Hoy quiero compartir con vosotros un cuento de un escritor argentino, llamado Jorge Bucay. Este autor ha escrito obras muy interesantes, como por ejemplo "Cuentos para pensar", la cual recomiendo fehacientemente.
El cuento que os pongo a continuación se llama "Esto también pasará", y es muy recomendable su lectura, en un momento económico tan difícil como el actual, donde parece que todo se acaba, que nada tiene solución, que la realidad no mejora y que nuestra situación laboral, personal y económica no se recupera.
Es muy útil, incluso, en momentos de dificultades personales, relacionadas con aspectos distintos a los económicos, recogidos dentro del campo de la salud o de las emociones: una enfermedad, dificultades con la pareja, pérdida de un ser querido, enfados con amigos y muchos otros.
Espero que os ayude a superar esos momentos de bajón que todos tenemos de vez en cuando:
Hubo una vez un rey que le dijo a
los sabios de la corte: He encargado un precioso anillo. Tengo un excelente
diamante, y quiero guardar dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme
en momentos de desesperación total, y que también ayude a mis herederos, para
siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo de la
piedra.
Sus oyentes eran sabios, grandes
eruditos, y podrían haber escrito extensos tratados; pero componer un mensaje
de pocas palabras era todo un desafío. Buscaron en sus libros, pero no
encontraron nada.
El rey tenía un anciano sirviente
que también había servido a su padre. El monarca sentía un enorme respeto hacia
él, lo consulto y este le dijo: No soy un sabio, ni un erudito, pero te voy a
entregar un pequeño mensaje en este diminuto papel. Lo dobló y se lo paso al
rey. No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo cuando todo lo demás
haya fracasado, cuando no le encuentres salida a una situación.
Ese momento no tardó en llegar.
El territorio fue invadido y el rey perdió el trono. Huyendo en su caballo para
salvar la vida, llegó a un lugar donde el camino se acaba y no había salida: se
encontraba frente a un precipicio. Ya podía escuchar el trote de los caballos
enemigos.
De repente, se acordó del anillo.
Lo abrió y saco el papel y encontró el pequeño mensaje: “Esto también pasará”.
Mientras lo leía, sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos
que lo perseguían debían haberse perdido en el bosque, o quizás habían
equivocado el camino, pero lo cierto es que poco a poco dejo de escuchar el
trote de las bestias.
El rey se sintió profundamente
agradecido, pues aquellas palabras habían resultados milagrosas. Dobló el papel
y lo volvió a guardar en el anillo, reunió sus ejércitos y reconquistó el reino.
El día que entraba victorioso a
la capital, hubo una gran celebración. El anciano, que iba a su lado, le dijo:
Señor, lee nuevamente el mensaje del anillo. ¿Qué quieres decir? Preguntó el
rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi regreso. No me hallo
desesperado, ni estoy en una situación sin salida.
El anciano le dijo: Este mensaje
no es solo para situaciones desesperadas, también es para situaciones
placenteras. No es solo para cuando estás derrotado, también es para cuando has
triunfado. No es solo para cuando eres el último, también para cuando eres el
primero.
El rey abrió el anillo y leyó el
mensaje: “Esto también pasará”. En medio de la muchedumbre que bailaba y
celebraba, sintió la misma paz y el mismo silencio del bosque; el orgullo había
desaparecido. Entonces terminó de comprender el mensaje.
Recuerda que todo pasa, le dijo
el anciano. Ninguna situación ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y
la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte
de la dualidad de la naturaleza, porque son la esencia misma de las cosas...
Hay crisis, es indudable, vuestra economía personal quizá esté maltrecha, o quizá estéis pasando por dificultades varias, pero por favor, recordad "esto también pasará" y os aseguro que vendrán épocas donde consigáis un trabajo, o uno mejor, vuestra situación mejorará, los problemas se resolverán y entonces empezaréis a ser felices, a ganar dinero, a disfrutar de buena salud, etc, y justo ahí, será cuando deberéis volver a recordar "esto también pasará".