miércoles, 5 de octubre de 2011

EFICIENCIA VERSUS EQUIDAD

Voy a comenzar éste post, haciendo una distinción entre dos palabras, que son de todos conocidas, pero que en muchas ocasiones, utilizamos indistintamente, y que no son lo mismo. Me estoy refiriendo a EFICACIA y EFICIENCIA.
Imaginemos que quiero ir en coche de mi pueblo a Madrid. Puedo hacerlo de dos formas, por una carretera secundaria, con mucho tráfico, con un firme irregular, multitud de curvas, etc, o bien, puedo irme por la autovía. Las dos formas de ir a Madrid, son eficaces, ya que ambas me permiten conseguir mi objetivo, que es llegar a la capital, pero sólo una de ellas es eficiente, en éste caso la de ir por la autovía, ya que me permite llegar en el menor tiempo posible, de una manera más cómoda, con menos peligro, etc. Por tanto, eficiencia, es aquello que me permite conseguir mi objetivo, de la mejor manera posible, ya sea ese objetivo económico o social.
Sigamos con los ejemplos. ¿Es eficiente para una empresa producir leche para el gato de un rico y no para un indigente que se muere de hambre? Seguramente, económicamente es eficiente hacerlo, ya que cobraran un precio muy alto por esa leche, y obtendrán grandes beneficios por ello. Pero de repente nos encontramos ante una importante reflexión: ¿Es ético?¿Es moral?¿Es justo? Es entonces donde entra en juego la otra palabra del título de éste post, la EQUIDAD.

Al sector público, siempre se le exige un equilibrio entre eficiencia y equidad, y debe velar porque ésto sea así, pero eso no ocurre en la esfera privada, es decir, en el mundo empresarial, donde muchas veces un ánimo de lucro desmedido, es decir, el ansia por conseguir beneficios, cuantos más mejor, deja en un segundo plano esa justicia, esa igualdad, esa ética, en definitiva esa equidad.

Ésta reflexión, viene a colación de la noticia aparecida éstos días, sobre esos directivos de una Caja de Ahorros gallega, que a pesar de haber tenido que ser rescatada con fondos públicos, pagados por todos, ya que la gestión fue desastrosa por parte de esos directivos, a la hora de cesarlos, habían blindado sus contratos, de forma que han recibido unas indemnizaciones millonarias por parte de esa Caja. Es decir, si lo hacían bien cobraban y si lo hacían mal también.

De nuevo os invito a reflexionar sobre lo tratado en éste post, ya que quizá la ley ampare a éstos directivos, sus contratos sean totalmente legales, y tengan derecho a recibir ese dinero, pero ¿es  moral, es ético que en estos tiempos de crisis, donde a todos nos han apretado el cinturón hasta límites insospechados, donde la sanidad, la educación y otros aspectos del estado de bienestar se están viendo redefinidos por la situación, pueda haber personas que se lleven millones de euros de indemnización por haber llevado a una Caja a la ruina?. Otra pregunta interesante es ¿Dónde estaba el Banco de España como agente regulador y supervisor para evitar ésta tropelía?
Antes ocurrió con otras Cajas como la del Mediterráneo. Otras que han sido llevadas a la ruina como la de Castilla la Mancha, de momento no han ejercido ninguna acción contra los gestores que la llevaron a esa situación, y tantos y tantos ejemplos.

Da la sensación que en éstos años ha habido una fiesta, donde repartían dinero a espuertas, y donde desgraciadamente, la mayoría de los españolitos de a pie, no estábamos invitados.

Os dejo la noticia a continuación para que tengáis toda la información completa.

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